domingo, 18 de marzo de 2007

El Sueño y la ubicación de nuestra cama

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Hay dos grandes cosas que mantienen la vida:
  1. La vitalización del cuerpo por medio de la comida, la bebida y la respiración
  2. La recuperación de la energía gastada, por medio del sueño
El beneficio derivado del sueño se debe al descanso completo, a la relajación y a la suspensión absoluta de actividades innecesarias del cuerpo y del cerebro.
Quizás no haya reparado en esto del sueño, pero es muy importante que lo haga ahora si es que desea desarrollar un cuerpo físico fuerte, con perfecta salud, cerebro activo, conciencia y mente potentes.

El propósito del sueño es brindar descanso al cerebro y es benéfico sólo en el grado del descanso que le proporcione al cerebro y a todo el cuerpo. El sueño no se mide por horas y minutos, sino por sus calidades de descanso, relajamiento y alivio. Si sólo dormimos parcialmente –con una parte de nuestra mente activa y despierta- entonces descansaremos sólo parcialmente. El sueño completo no puede lograrse sino hasta que las 5 facultades que dan origen a la conciencia estén dormidas (vista, oído, tacto, gusto y olfato).

Sin siquiera sospecharlo, miles de personas duermen toda la noche con una parte de su mente activa y despierta, lo que ciertamente no constituye un sueño completo y sólo es una especie de descanso parcial para el cuerpo.

Si consideramos que estas 5 facultades son el 100% responsables de nuestra conciencia cuando están activas y representan el 100% de sueño cuando están inactivas, entonces podemos decir que si estamos dormidos. Pero si –por ejemplo- nuestros oídos permanecen activos, estamos 20% activos y 80% en descanso, o si nos acostamos en una posición incómoda, en condiciones tensas o nerviosas, de manera que la facultad del tacto está despierta en todo el cuerpo, entonces tampoco dormiremos completamente y estaremos 20% activos y 80% en descanso. (Hoy en día, un altísimo % de personas duermen de esta forma y no se dan cuenta de ello). El sueño perfecto y completo lo produce la completa relajación, con un 100% de descanso de la conciencia objetiva y -si no lo tenemos como don natural- debemos aprenderlo con la práctica.

La mejor manera de irse a acostar, es desechar –mientras nos estamos desvistiendo- de la mente todos los pensamientos angustiosos, penosos o tediosos (tarea no menor por cierto). Traten de no retener en la mente ningún pensamiento en particular, o cualquier cosa que sea capaz de provocar la conciencia subjetiva ocasionando inquietud. Ahora bien, si esas cosas son TAN importantes que no pueden descartarse, entonces no debemos intentar dormirnos: nunca olvidemos que el preocuparnos por ellas –y pasar una noche intranquila pensando- no las remediará ni las cambiará y lo que es peor, no estaremos suficientemente preparados para ocuparnos de ellas en la mañana, como lo estaríamos si hubiésemos dormido bien. Una muy buena práctica –que ha resultado especialmente eficaz- es esbozar una sonrisa justo antes de quedarse dormidos y mantenerla hasta que pierdan la noción.

Busquemos la mejor posición de nuestra cama
La ciencia ha probado que existe una corriente magnética alternando desde el polo norte al polo sur de la Tierra, que es conductora de bienestar para la vida. También ha probado que debido a la relación del ser humano con esta energía terrenal, cuando duerme con la cabeza hacia el norte y los pies hacia el sur, su sueño –en muchos casos- es más profundo y descansado. Sin embrago, algunas personas encuentran que cuando cambian la cama a una posición este u oeste, el descanso cuando duerme es más completo.

Atrévase, experimente, haga esta prueba de la influencia de los rayos magnéticos de la tierra sobre usted. Después de probar durante 2 o 3 noches, se darán cuenta en qué posición las corrientes magnéticas de la Tierra pasan sobre ustedes en una forma benéfica y agradable, y cuál posición les es menos molesta e incomoda..... ¡¡¡Se sorprenderá del efecto que tienen sobre su sueño!!!