sábado, 17 de febrero de 2007

Nutrición: Balance energético

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Después que los alimentos han sido batidos y mezclados debidamente en el estómago, se forma una amalgama denominada quimo -principalmente líquido que contiene pequeñísimas partículas de alimento sólidas mezcladas con infinidad de pequeñas células de materia grasosa u otros elementos químicos- que es vaciado al comienzo del sistema intestinal mediante una acción rítmica, muy particular, que es como si comprimiera el tubo con las manos para hacer pasar el alimento de una porción a la siguiente. Cada vez que el alimento se mueve unos centímetros a través del tubo intestinal, permanece estacionado unos minutos en esa parte a fin de que sea absorbido. En condiciones normales, cuando los intestinos no están congestionados por los alimentos sin disolver, pueden moverse fácilmente de una sección intestinal a otra.

Los intestinos son quizá los más misteriosos de todas las partes abdominales del cuerpo humano y –sin embargo- poco se sabe de ellos, pese a que muchas de las enfermedades, dolores y padecimientos se originan en ellos.

El tubo intestinal delgado tiene aproximadamente 6.5 a 7.5 mts de largo y 10 a 13 cm de diámetro y su pared interior está recubierta por unas pequeñas protuberancias que chupan y extraen del alimento toda la fuerza, vitalidad y elementos especiales necesarios para la fabricación de la sangre, tejidos, huesos, cabellos, grasa, linfa y el calor, llevándolos a las diversas partes apropiadas del cuerpo.

Después que la comida ha pasado por el intestino delgado y ha entregado todo el nutrimento que la microvellosidadad del intestino pueda absorber, la materia residual pasa entonces por la sección gruesa del colon, antes de ser expulsada.

Es natural que el cuerpo comience a usar su propia energía y su propia provisión de sustancias cuando no está recibiendo ninguna del exterior. De aquí que las personas gruesas o gordas reduzcan su volumen al dejar de comer, pues al no dársele al sistema el alimento que le proporcione calor, vida y energía, obtiene estos de cualquier reserva que tenga el cuerpo, siendo las grasas y las proteínas de los tejidos del cuerpo, las primeras en consumirse. Pero, cuidado: si las cantidades mínimas de proteína y los nutrientes esenciales no son repuestos, entonces se consumirá la sangre y otras partes de los tejidos, lo que claramente generará problemas.

Una dieta ideal sería la que contuviera todos los elementos químicos y minerales necesarios, junto con suficiente humedad en esos elementos para otorgar toda el agua que necesitamos (p.e., lechuga, apio, zanahorias, espinacas, etc). Pero habría que comer diariamente una tan grande cantidad de estos vegetales, que es imposible, por lo que la naturaleza ha provisto que el ser humano pueda beber agua e ingerir esa humedad deparadamente del alimento que come, y de este modo proporcionarse la necesaria humedad SIN COMER TANTO. Un vaso de agua nos otorga líquido suficiente para igualar lo que ingeriría de una gran cantidad de kilos de vegetales.