sábado, 24 de febrero de 2007

El Hígado: Un Laboratorio recargado de trabajo

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Una porción de los elementos absorbidos por lo vellos intestinales, van -en su forma más pura- a los conductos linfáticos para ser utilizados en la misma forma y naturaleza que fueron absorbidos, pero la gran mayoría de los elementos son enviados al hígado para filtrarlos, mezclarlos y convertirlos en otras combinaciones químicas que satisfagan las necesidades del cuerpo.

A medida que el alimento entra en el hígado –después del proceso de la digestión- este los examina, purifica las albúminas que han sido digeridas en los intestinos, rechaza las venenosas o indeseables y reserva las buenas para ser usadas. Muchos de los almidones de los alimentos que hemos comido -convertidos en azúcar en los procesos estomacal e intestinal- los transforma y almacena en sus tejidos para entregarlo cuando el cuerpo requiera calor adicional. (en la diabetes el cuerpo es incapaz de utilizar totalmente los carbohidratos y se caracteriza por un aumento del azúcar en la sangre, parte de la cual se elimina en la orina)

Sin embargo, no debemos pensar que la función del hígado sea simplemente la de filtrar, limpiar, almacenar y distribuir los elementos, porque también:
  • Acumula, renueva, circula y distribuye los alimentos -grasas, proteínas, carbo hidratos, Fe, Cu, vitA, vitB, vitD- a través del sistema circulatorio y las glándulas y conductos linfáticos.
  • Produce la bilis que ayuda a la digestión y absorción de grasas e impide la putrefacción en los intestinos.
  • Termina la digestión y metabolismo del alimento
  • Desintoxica el sistema
  • Produce fibrinógeno y protombina que coagulan la sangre en caso de hemorragia
  • Produce heparina que evita que se coagule la sangre en el sistema circulatorio
  • Regula el volumen de la sangre
  • Produce gran parte del calor del cuerpo, regulando la cantidad de combustible que se consume diariamente en el calentamiento del cuerpo

....¿Les parece poco?......y nosotros más encima, le damos trabajo adicional con grasas, cremas, alcohol, comiendo en la noche.....

Evitemos los azucares refinados
El hígado NO verifica un proceso igual o idéntico con toda clase de azúcares: algunos -como la fructosa (formado de las frutas) y la maltosa(formada del almidón en la digestión)- se almacenan y distribuyen con facilidad, mientras que las variedades comunes refinadas, generan tremendas dificultades al hígado y los riñones (íntimamente relacionados con el hígado, toda vez que filtran los líquidos indeseables que han de eliminarse del cuerpo)...... .........entonces, ¿no les parece que podemos ayudarlo haciéndole más liviano su trabajo SOLO DEJANDO DE CONSUMIR AZUCARES REFINADAS?