Una historia de cómo funciona la vida en el Ser Humano: La parte psíquica

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El hombre es el resultado de ciertos procesos de evolución que nos ha llevado a lo que somos en la actualidad: un ser dual de funcionamiento controlado e inteligente.
Es dual en todo sentido: tiene su parte física dotada de conciencia cerebral que la dirige y controla, y tiene su parte psíquica, invisible –residente en la parte interior del hombre- integrada por toda la conciencia psíquica existente en todas las células del cuerpo. Así por ejemplo, la conciencia psíquica de las células del hígado, constituye un hígado psíquico, la conciencia psíquica de las células del corazón, constituye un corazón psíquico, etc.

Cada uno de estos cuerpos –el físico y el psíquico- tiene su trabajo definido y está controlado por un sistema nervioso diferente.

La energía nerviosa en el cuerpo del hombre es idéntica a la energía vibratoria cósmica del cuerpo y –por consiguiente- el espíritu divino en el hombre es lo que lo hace conciente y lo dota de poder y energía para mover y controlar las varias partes de su cuerpo.

Muchos de nuestros órganos necesitan para su funcionamiento una energía completamente separada y aparte de la vitalidad que les sostiene su propia existencia

El hombre se ha desarrollado a través de su mente inconsciente -cuerpo psíquico-, pero ya es tiempo de que iniciemos el camino hacia el logro de nuestro propio dominio, haciendo uso de nuestra mente conciente. La mente cósmica se despertará sólo a medida que el poder de la mente individual se eleve a través del funcionamiento de las glándulas endocrinas y su reacción sobre la mente.

Las enfermedades comienzan en el cuerpo humano debido a desordenes o inarmonía de alguno de los órganos psíquicos, antes de manifestarse en los órganos materiales, físicos

Nuestro propósito es mantener las fuerzas constructivas del cuerpo y alma, limpias y en actividad normal.
Estas fuerzas constructivas nos llegan a través de las glándulas endocrinas y sus hormonas, cuya historia no es otra que el desenvolvimiento de la raza humana hasta que el hombre haya alcanzado la perfección

Las formas de vida son una expresión de la conciencia y a medida que las células se desarrollaron, se hizo necesario que se organizara algún control de actividad conciente, por lo que se desarrollaron centros de control, conocidos como glándulas endocrinas o centros psíquicos. Segregan y distribuyen las hormonas que regulan nuestros poderes constructivos, tanto físico como mentales y coordinan las diferentes formas de vida

El primer centro conocido fue el plexo solar y luego la pituitaria y la pineal. En la actualidad, se consideran las siguientes glándulas como las más importantes:

La glándula Pineal, es la encargada de controlar la reacción a la luz, la pigmentación, el crecimiento del cerebro, la madurez sexual.
Es el puente de comunicación entre los planos superiores de conciencia y el plano físico de expresión. Es el llamado tercer ojo. Ayuda a mantener la inacción la actividad sexual en el niño y el proceso de desarrollo de las funciones sexuales después de la pubertad.
“Es la luz interna que refleja la luz externa”

La glándula Pituitaria, es la encargada de controlar la debida absorción de alimentos, los sentidos del gusto y del olfato, regular el crecimiento del cuerpo, la periodicidad del sueño y el poder mental.
Es la más importante y antigua de las glándulas. Junto a la sal en la sangre, la hemos traído en todo nuestro desarrollo, desde el mar hasta ahora.
Es el centro de la acción subconsciente.
Cuando se retarda su crecimiento, se generan desordenes mentales y morales.
Activa produce viveza e insomnio. Cansada produce sueño, inactividad y pesadez general. Con el alcohol, matamos la pituitaria
Se puede estimular mediante la respiración nasal profunda y el canto que hace vibrar la base de la nariz y el cerebro
La pituitaria mantiene en contenido de sal en la sangre, en la misma proporción que lo está en el mar. Carece de conductos, pero tiene numerosas celdillas por la que pasa mucha sangre.
“Es la glándula del esfuerzo continuo”

La glándula Tiroides, es la encargada de controlar y regular la formación del Yodo (para el hígado y adrenales), Fe (para ayudar a la conductividad eléctrica del sistema), P (para el cerebro y centros nerviosos) y el As (para la piel).
Es el órgano de la emoción y por lo tanto, la calma y serenidad. Es la gran generadora-productora de energía, el eslabón entre las gónadas y el cerebro y es influida por la excitación sexual. Promueve la acción de las adrenales.
El I, Fe, P, y el As, son esenciales para el desarrollo, porque tiene una gran fuerza controladora del crecimiento del cuerpo y de su poder de sostenimiento. Actúa sobre el crecimiento de los tejidos que protegen las cubiertas internas y externas del cuerpo (piel, cabello, glándulas y mucosas). Construye los nervios y tejidos del cerebro.
Es necesario tomar alimentos beneficiosos a los tejidos tales como frutas y verduras.
El principio activo de la tiroides –tiroxina- es el yodo puro, que es consumido mayormente por el hígado. Las secreciones de la tiroides controlan el aceleramiento de la vida, la perístasis y acelera el metabolismo: a mayor secreción, con más presteza tenderemos a vivir. Sin estas secreciones, no hay desarrollo físico ni función alguna, ni capacidad de aprendizaje o pensamiento, ni vigor de energía.
La tiroides mantiene el contenido de yodo en la sangre en la misma proporción que lo está en el mar (1 gota por cada 4 barriles de sangre o agua de mar).
Una buena dentadura denota una buena actividad tiroidea. Una piel seca y escamosa, significa actividad deficiente. Su actuación normal, hace que la vida valga la pena.

Las glándulas Adrenales, son la encargadas del controlar el movimiento y el mecanismo para producir el ritmo del movimiento.
Son las glándulas de combate del hombre –pelear o huir- que dan la energía a los músculos del cuerpo. Están constituidas por una corteza exterior llena de médula en su interior donde se produce la adrenalina. Obtiene su energía del yodo que produce la tiroides.
La secreción adrenal –adrenalina- otorga energía, especialmente a los músculos del sistema circulatorio y del canal digestivo. Proporciona además el elemento principal para la saliva –fermento digestivo llamado pepsina- para los jugos pancreáticos e intestinales.
Los animales feroces y fuertes –león, búfalo- tienen gruesa la corteza de sus adrenales, mientras que los tímidos –conejo- corteza pequeña.
Se puede estimular con la alegría, el amor, la esperanza y otras emociones inspiradoras, porque libertarán las endocrinas, dándoles oportunidad de hacer su trabajo constructivo en forma armoniosa.
Nuestros odios, celos, temores, lucha por riqueza, supersticiones, RECLAMAN y consumen mucha adrenalina, hasta llegar a un punto en el que las glándulas se agotan y entonces nos sorprendemos que tantas personas mueran de cáncer, del corazón, diabetes y otras enfermedades que provienen de la disminución de la resistencia física.
Bajo una tensión demasiado prolongada, el sistema endocrino cesa de funcionar y las adrenales no suplen la adrenalina, por lo que el corazón se retarda, los vasos sanguíneos se relajan, el cerebro no recibe sangre y sobreviene un estado de inconciencia.

Las Gónadas, son las encargadas del centro reproductor y el poder creador. Son las glándulas generadoras, reproductivas y de fuerza creadora.
Los testículos regulan el calcio en los huesos y tienen el semen como secreción externa, portadora del espermatozoide que se acumula en la próstata, que tiene influencia sobre el sistema nervioso, porque cuando se inflama, el hombre se torna irritado, desalentado. La secreción interna de la corteza de los testículos es la fuerza que da energía al varón y lo hace realmente masculino.

La glándula Timo, es la encargada de controlar la restricción de las gónadas en los niños, es la glándula. Es una glándula –de secreción interna- que domina el crecimiento del niño antes de la pubertad y hasta los 11-14 años, donde comienza su lenta involución-regresión continua por toda la vida, e inhibe la actividad de los testículos.

En todas las enfermedades hay deficiencia en las endocrinas o en las vitaminas.
Las más perniciosas influencias sobre el sistema glandular son: cigarrillo, alcohol, comer en exceso, café y té