domingo, 5 de noviembre de 2006

Una historia de cómo funciona la vida en el Ser Humano: Resumen

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La célula sencilla era inmortal -con poder para renovarse perpetuamente- hasta cuando empezaron a trabajar como conjunto armónico en la creación del cuerpo humano, ocasión en que perdieron su perpetuidad y tuvieron que recurrir a la reproducción y creación.

El hombre es el resultado de ciertos procesos de evolución que nos ha llevado a lo que somos en la actualidad: un ser dual de funcionamiento controlado e inteligente.
Es una composición material imbuida de una cierta energía vibratoria cósmica –que abreviaremos EVC, conocida en la física y química como adhesión, cohesión y atracción- a la que se le añade otro gran principio llamado Alma, que le proporciona conciencia, vitalidad y expresión objetiva.

No sólo es dual en el sentido cuerpo y alma, sino que su cuerpo también es dual, pues hay un cuerpo material y uno psíquico, y el cuerpo psíquico tiene un corazón psíquico, un cerebro psíquico, un hígado psíquico, estómago, pulmones y demás órganos justamente como el cuerpo físico tiene órganos físicos.

La materia está compuesta de electrones, átomos y moléculas, animada por EVC y las diversas formas de expresión de la materia, son el resultado de una diferencia en el número de vibraciones que la EVC produce en la molécula.

El alma es la verdadera parte del hombre, que cuando se une al cuerpo, hacen una perfecta criatura viviente. Tiene ciertas cualidades, funciones y atributos que la EVC de la materia no otorga al hombre.
Sin alma en el cuerpo, el hombre sólo es una creación material, viviente en cierto sentido, pero no viviente en el otro y cuando abandona el cuerpo –en lo que se llama muerte- el cuerpo se convierte de nuevo en una creación material, animada de EVC, expresándose en una forma material, pero carente de existencia conciente.

Antes del nacimiento –mientras se encuentra en el útero- el cuerpo es sólo una creación material imbuida de EVC vitalizada con la vida de la madre, pero no tiene alma ni es un ser humano vivo y conciente. Lo será sólo cuando toma el primer aliento y el alma entra al cuerpo.

La muerte es la separación del alma y del cuerpo, no destruye ni aniquila el alma o el cuerpo, ambos continúan expresándose en planos diferentes e independientes: uno en el plano material y el otro en el plano de la conciencia cósmica.

La materia existe en todo tiempo: su existencia y manifestación dependen de la EVC, por lo que la parte real de la materia es la EVC, así como la parte real del hombre es el alma.
La materia –vitalizada con EVC- puede continuar manifestándose, la EVC continua vibrando, emitiendo su energía y manifestaciones, pero la materia NO está conciente de su existencia, no sabe que hay otra materia cerca. Sin embargo, cuando se imbuye de alma, se hace conciente de su existencia –como el caso del hombre- de manera entonces, que la conciencia es un atributo del alma.

El hombre es dual en todo sentido: tiene su parte física dotada de conciencia cerebral que la dirige y controla, y tiene su parte psíquica, invisible –residente en la parte interior del hombre- integrada por toda la conciencia psíquica existente en todas las células del cuerpo. Así –por ejemplo- la conciencia psíquica de las células del hígado, constituye un hígado psíquico, la conciencia psíquica de las células del corazón, constituye un corazón psíquico, etc.

Cada uno de estos cuerpos –el físico y el psíquico- tiene su trabajo definido y está controlado por un sistema nervioso diferente